sábado, 26 de junio de 2010

Cima 10: Pico La Garganta (2.147 metros)


La décima cima desde que inicié este blog. En este caso, el objetivo no era este accesible pico de La Garganta (2.147 metros), sino el Pico de Anayet (2.545 metros). Pero el invierno de primavera que nos acogió el pasado domingo, 20 de junio, nos desanimó a intentar hollar su cima. Lo dejamos para cuando no haya nieve ni riesgos: no nos esperábamos tanta nieve, no llevábamos los crampones y hacía mucho mucho frío.



Llegamos hasta los ibones de Anayet (2.233 metros), tras haber disfrutado de una bonita subida.

Como nos quedamos con las ganas de hacer algo más, ya que habíamos empezado la excursión en Formigal (Corral de las mulas), a 1.625 metros, Auris tuvo la buena idea de subir a un pico que se veía cerca. Reconozco que me dio pereza, pero luego fue muy poca cosa y mucha la alegría de, por lo menos, hollar una cima.



Desde allí vi el ibón de Espelunciecha y comprendí las protestas de varios colectivos por la ampliación que se ha hecho de la estación de esquí de Formigal. Me gusta mucho Formigal, me gusta esquiar, pero no me gusta esa ampliación en absoluto. Una pena.


sábado, 5 de junio de 2010

Junto al río Ebro


Ese gran río, el Ebro, que baña tantas orillas, hoy me ha dado un momento de tranquilidad que le agradezco. Ayer, a última hora, me apunté a un plan de tres amigas que se iban en bici entre Zaragoza y La Alfranca, unos 17 kilómetros de ida y otros tantos de vuelta. Finalmente, ellas han ido y yo no porque todas tenía bici  menos yo, bici que iba a alquilar en un sitio junto al Ebro que, en principio, daba este servicio... pero ha cerrado.

No me ha importa mucho: he estado corriendo un rato por ese camino, en soledad, que es lo que realmente me gusta; y después, he vuelto andado, sola, tranquilamente (con un botellín de agua que me había dejado mis compis, que si no fallezco).

Aunque no ha dejado de pasar gente (andado, corriendo y en bici), he disfrutado de la soledad, caminando junto a fresnos y olmos (estos últimos, al parecer, están en peligro de extinción por un hongo que les ataca... qué pena).

He saboreado una frase que leí ayer: "La realidad genuina de la vida humana incluye el deber de un retiro frecuente a la solitaria profundidad de uno mismo". Es de Ortega y Gasset... no andaba leyendo yo a tan insigne pensador, sino a otro más joven, pero que estoy segura de que llegará a ser insigne, que lo citaba.

Caminaba, pues, con mi solitaria profundidad, viendo Zaragoza desde otro punto de vista, y disfrutando de las aguas alegres del Ebro. Me ha gustado poder volver a ver la desembocadura del río Gállego en el Ebro, allí mismo, en la misma Zaragoza. La fui a ver hace años, y ahora está todo irreconocible. Es la foto de arriba.

Estas otras dos fotos son:

Zaragoza, detrás de un campo de alfalfa:


La nueva Zaragoza: la navegable y tran controvertida.

viernes, 4 de junio de 2010

Cima 9: Vivir el día a día

Escribo unas líneas porque me da pena ver el blog sin actualización ninguna. No hay cima montañera en un horizonte próximo, pero sí la cima o la meta de vivir el día a día, con sus cosas buenas y malas.

Tampoco he navegado últimamente mucho por páginas web montañeras ni he visto noticias que me hayan llamado la atención, lo que no quiere decir que no las haya habido.

PD Respecto a mi cima de acabarme la Divina Comedia, sigo en ella. La he dejado abandonada unos cuantos días porque una vez superado el infierno y el purgatorio (metaforizado en la subida de una montaña, mira tú por donde) llegué al cielo y... en los pies de página, abundantes, el traductor advierte de que allí comienza la parte de lectura más ardua y metafórica, así que me di un respiro. Tampoco es un libro para leerse rápido ni en dos días.