viernes, 22 de octubre de 2010

En la cima de Monte Perdido (3.355 m)


Hace tiempo que quería comentar esta excursión, pero nunca encontraba el momento. Es la mejor que he hecho en mi vida en cuanto a vistas. Me parece que no exagero. Cuando, subiendo por la Escupidera, comencé a ver los Pirineos, ya algo nevados, me sobrecogí. La visibilidad era casi perfecta. Hacía un día frío y despejado, con gran perspectiva del horizonte, salvo por algunas nubes en la zona de Francia. Estas últimas impedían ver la cordillera pirenaica en toda su extensión, aunque sí se podía ver una parte, reproduciendo esas imágenes de los Pirineos a vista de pájaro.

Desde Monte Perdido, que está en mitad del Pirineo, se pueden ver hasta el Posets y el Aneto, la parte más oriental. La parte más occidental también se ve, aunque no todos los picos.

Tenía miedo, como casi siempre que hago un tresmil, de lo que podía encontrar y de no ser capaz de hacer cima. La Escupidera tiene mucha pendiente, pero sin nieve ni hielo no presenta ninguna dificultad técnica. O, al menos, eso me pareció a mí. No soy experta, aunque ya he hecho algún que otro tresmil. Tuve la sensación de hacer un ascenso muy asequible.

Estuvimos unos 40 minutos en la cima, que se me hicieron muy cortos.

Otro de los aspectos más emocionante fue ver las estrellas, la noche, anterior, en el refugio. Después de la noche en el Pico Cabañas este verano y del mes de agosto en Cazorla he recuperado la afición de mirar el cielo nocturno. Esa noche, en la parte alta de Ordesa, estuve buscando la constelación que ya vi el Cabañas y que siempre he visto sólo en verano. ¡Y la vi! También busqué el satélite que vi aquel día en el Cabañas. Creo que vi uno diferente. Esto fue alrededor de las dos o dos y media de mañana. No me podía dormir desde las diez de la noche del día anterior porque había demasiados ronquidos en el refugio y salí a mirar las estrellas.

También hubo algún contratiempo, como las dificultades de Ximena, que hizo su primer tresmil y lo sufrió. A pesar de todo, dice que mereció la pena. La compañía, por lo demás, y como siempre, inmejorable.

Dejó aquí algunas fotos.




La Escupidera:

Circo de Soaso, en el valle de Ordesa:

6 comentarios:

Carol dijo...

Q fotos más bonitas! Sabes que la calle de casa de mis padres es Zaragoza se llama Monte Perdido? Pues aún no lo conocía, ahora además de pensar que es un nombre muy bucólico para una calle, sé que es un lugar precioso. Bsos!

Estela dijo...

Sí, es un lugar maravilloso. Imaginate como fue estar allí arriba. Lástima no poder disfrutar más rato. Un abrazo, Carol!!

MJ dijo...

Estela, puedes contar un poco más cómo organizasteis la subida? Me refiero a tiempos, cuánto os llevo, a qué hora salisteis y llegásteis y desde dónde. Desde el noroeste una está un poco perdida para planificar esta excursión...

Muchas thanks,

María José

Estela dijo...

Para subir un tresmil habitualmente es aconsejable hacerlo en dos días.

En el caso de Monte Perdido, se puede hacer en el día desde Nerín. También desde allí se puede hacer en dos días. Hay un albergue y un hotel, que yo sepa, y el ascenso es más corto.

Nosotras fuimos desde la Pradera de Ordesa.

Salimos de Zaragoza el sábado a las 12.00, comenzamos a andar a las 16 h y llegamos al refugio a las 19.30 horas. Al día siguiente, comenzamos a andar a las 7.30, creo, y llegamos al coche a mitad de tarde.

La verdad que para hacer estas excursiones hay que tener varias cosas en cuenta. Voy a hacer una entrada explicándolas, por si te resulta de utilidad.

¡¡Gracias por participar!!

Anónimo dijo...

Estela me ha gustado mucho leer tus comentarios de la ascensión al Perdido, realmente fue una gozada! Recordar es volver a vivir y una vez más la montaña me ayuda a tener la filosofía de la vida de que es una ascensión, con momentos mejores y peores, ahora nos toca la cuesta arriba, pero tenemos asegurado que vendrán "falsos llanos" para disfrutarlos.
Merche M.

Estela dijo...

Sí, Mer, tienes razón; para arriba y adelante. ¡¡¡¡Gracias!!!!