martes, 5 de abril de 2011

Paseando con Ter

Hace unos días pude disfrutar de una tarde cálida y soleada, en buena compañía y en silencio. Paseamos un poco por las inmediaciones de la aproximación sur a Gratal. Sentados, mirando los campos, sólo oíamos la naturaleza, nada de civilización, aunque la teníamos relativamente cerca; también resonaban a veces nuestras escuetas frases, empapadas de un poco de esa concreta felicidad campestre.

Días después, paseaba con la misma persona, también por la Hoya de Huesca, pero en otra zona diferente. Una tarde plomiza, entre campos, y nos acompañaba Ter, un braco húngaro muy juguetón, que no me dejó hacerle ninguna foto. Algo más melancólicos, pero también con cierto regusto a esa concreta felicidad campestre.

No hay comentarios: